La protección de la vivienda es uno de los aspectos clave que debes tener en cuenta para llevar una vida tranquila y en armonía. Para mantener ese resguardo es necesario que pienses en asegurar tus ventanas. ¿Cuáles son las ventanas más seguras y cómo lograr sentirte protegido? Averígualo a continuación.
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¿Cuáles son los materiales más seguros?
Para elegir unas ventanas que sean seguras debes empezar por saber el tipo de material con el que estarán elaboradas. Tienes a tu disposición ventanas de aluminio, ventanas de PVC y ventanas de madera. Las fabricadas con madera se consideran las menos seguras, a pesar de que estéticamente aportan elegancia y estilo.
Te recomendamos que escojas entre las de aluminio y las de PVC. Aunque muchos expertos coinciden en que las ventanas que ofrecen la mayor protección son las de PVC, ambos materiales garantizan el resguardo indispensable ante posibles molestos intrusos.
Puedes también reforzar la seguridad de tus ventanas con estos aspectos:
Refuérzalas con el acristalamiento
Si deseas tener unas ventanas seguras debes fijarte en el tipo de vidrio. Para una mayor protección y seguridad, te recomendamos utilizar vidrios laminados, al menos con un butilar, pues los hay con varios butilares, pudiendo combinarse para aumentar la seguridad ventanas en dobles acristalamiento. Este tipo de cristal impide posibles roturas y se lo pone más difícil a los intrusos. El doble acristalamiento es una de las opciones más populares a la hora de invertir en seguridad en el hogar en las últimas décadas.
Otras alternativas de vidrios para protegerte son los armados y templados. Este tipo de cristal evita las fracturas o cualquier otro tipo de daño.
Técnicas para reforzar las ventanas
Con el fin de lograr unas ventanas seguras, elige bien el tipo de apertura. Las más recomendables son las abatibles u oscilobatientes, pues se puede poner los puntos de cierres necesarios para aumentar la seguridad. Hay más maneras de reforzar la seguridad de tus ventanas empleando un sistema de bloqueo, en abatibles cremonas con llaves, y en correderas uñeros o cierres con llaves.
